El movimiento de las placas tectónicas produce deformaciones y rupturas en la corteza terrestre, en especial en los bordes de las placas convergentes. A lo largo de millones de años, esas deformaciones conforman procesos mayores llamados plegamientos que crean las cadenas montañosas. En la historia geológica de la Tierra hubo grandes procesos de plegamiento, identificados por las características del relieve que generaron. Las fallas constituyen otra forma de transformación del relieve. Las fallas son pequeñas rupturas que se producen en la superficie de la corteza terrestre. Muchas de ellas no se pueden observar a simple vista, como la falla de San Andrés en el estado de California, pero otras están ocultas bajo las capas superficiales. Cuando ésta fractura se genera de manera brusca, se produce un terremoto. En ocasiones, la línea de la falla permite que, en ciertos puntos, aflore el magma de las capas inferiores y se forme un volcán.